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Ánimo, ¿Qué nos da ánimo?

[:en]Con frecuencia las situaciones de la vida pueden mermar nuestra confianza, frustrarnos, cansarnos y sentirse como obstáculos difíciles de vencer. El estado de ánimo se describe a diferencia de las emociones que son más fugaces; como un estado más duradero de emoción que puede ser bueno o malo y que se ha ligado también a la relación entre la energía y la tensión, siendo el peor estado de ánimo el de la persona baja de energía y alta en tensión (cansado-tenso) y el mejor el de la de alta energía y poca tensión (energético-calmado).

En esta ocasión escribo algunos consejos que nos ayudan a recobrar esa confianza y energía, buscando el estado óptimo de nuestro ánimo, para lo cual tenemos que deshacernos de la tensión recuperando la calma y deshacernos del cansancio recuperando la energía.

Puntos que reflexionar para recuperar la calma:

  1. ¡Medita!, el aprender a disminuir el ritmo de tus ideas en la cabeza y asentar tu atención únicamente en tu respiración, relaja tu cuerpo, tu mente y trae paz y calma a tu ser, date el lujo de regalarte al menos 30 minutos diarios para descansar tu mente, ganarás muchísimo más que la media hora que “pierdes”.
  2. Recuerda que no necesitamos tanto para ser felices, solo un lugar donde dormir, comida en nuestra mesa y ropa que ponernos todo lo demás son autoexigencias que pueden llegar, pero no pasa nada si no llegan o llegan más tarde. Lo importante es nuestra decisión de ser felices con lo que tenemos en este instante.
  3. Lo único permanente es el cambio y eso incluye que hasta la peor de las tormentas y el más grande obstáculo pasan, todo cambia y todo termina no te desesperes.
  4. Disfruta las cosas buenas que aun con tus problemas o sin ellos suceden todos los días: el cariño de tus seres queridos, la sonrisa de los niños, las maravillas de la naturaleza y el funcionamiento de la maravilla que es tu cuerpo y que a pesar de todo te permite estar aquí y ahora.
  5. Date cuenta de que todas las consecuencias que te preocupan de tu situación pueden o no pasar, el futuro es solo una posibilidad, no es nada concreto, ninguna situación es segura hasta el último momento, así que recupera la calma al saber que el resultado final aun no está definido.

Puntos que reflexionar para recuperar energía:

  1. Las cosas no mejoraran mientras te preocupas, mejor ¡ocúpate! Pre-ocuparse es atender algo antes de que suceda lo cual por definición es imposible, mejor ocúpate y atiende lo que sucede en tu presente para que el futuro sea mejor.
  2. Recuerda que tus habilidades y capacidades adquiridas no dependen de dificultades y obstáculos, ahí están, solo son puestas a prueba y puedes lograr lo que te propongas con ellas.
  3. Si este fuera el último día de tu vida ¿cómo te gustaría vivirlo?, ¿derrotado? O luchando hasta el último momento, “muriendo en la raya”, dale toda tu energía hoy, no te preocupes de la de mañana.
  4. Piensa en la urgencia de llegar al éxito, de resolver el problema, de eliminar el obstáculo para que todo sea mejor; este sentido de urgencia te dará energía para otro empuje.
  5. Todos los resultados son consecuencias de ciertas causas, la ley de causa-efecto siempre empieza por las causas, enfócate en generar las causas apropiadas para un futuro mejor, imagina el resultado final exitoso y sus beneficios para ganar más energía.

Más calma en tu mente, más energía en tus acciones, es lo que da el estado de ánimo positivo para lograr las metas, así que como decía el monje zen japonés Mikao Usui fundador del Reiki: “!Solo por hoy no me preocuparé, solo por hoy no me enojaré, solo por hoy seré agradecido, solo por hoy seré cariñoso, solo por hoy trabajaré duro!”.  Un día a la vez, ¡repítelo!, ¡hazlo![:]

El tiempo no es dinero

[:en]El tiempo no es dinero. El dicho universal de “el tiempo es dinero” se hizo famoso por Benjamín Franklin cuando comparo minutos y horas con chelines y libras. Creo que el viejo Ben lo entendió todo mal, el tiempo no es dinero. Sí, el tiempo y el dinero tienen algunas similitudes: ambos son valiosos, importantes, limitados y una fuente de grandes deleites, así como de grandes penas. 

Estoy convencido de que tendrás una vida más feliz si entiendes que el tiempo no es dinero. Permíteme elaborar al compartir tres diferencias críticas:

El dinero es medible. Puedo abrir mi cartera y saber exactamente cuántos dólares o pesos tengo; puedo conectarme al internet y consular el saldo en mi cuenta de inversión o de ahorro, el punto es que siempre puedo averiguar exactamente cuánto dinero tengo.

Sin embargo, el tiempo no es dinero porque el tiempo no se puede medir de la misma manera; sí, puedes medir horas y minutos, pero no puedes medir la vida. Investigue un poco y, en promedio, hoy en día podemos vivir hasta 84 años, pero nadie puede asegurarnos que nos queda X cantidad de años. Además, no ayuda saber que mientras lees esto, hay gente de todas edades muriendo en el mundo. Niños en África mueren de hambre, guerras alrededor del mundo matan gente joven y perdemos ancianos enfermos todos los días, todo mientras gente de todas las edades muere en accidentes.

Imagine que el banco nos dice “tenemos su dinero aquí, no podemos decirle cuanto es, pero lo tenemos aquí”, eso sería inaceptable. Con el tiempo, sin embargo, debemos aceptar cuando la vida nos dice “tengo tus días restantes aquí, no puedo decirte cuantos te quedan, pero aquí los tengo.”

El dinero es transferible. Puedo darte estos $100, “por favor úsalos, sé que tu situación está difícil estos días, solo devuélvemelos el próximo mes, sin interés, no hay problema”.

El tiempo, a diferencia del dinero, no es transferible. No te puedo decir “Oye, sé que tienes un día bastante fácil y la verdad es que yo tengo un día muy ocupado, no hay absolutamente ninguna manera de que pueda hacer todo lo que tengo que hacer hoy, ¿podrías prestarme una hora que te sobre? Tengo un domingo libre, te la podría regresar la siguiente semana.” Imposible.

El dinero es acumulable. Puedo decidir no gastar hoy porque no hay necesidad, además tengo planeadas unas vacaciones familiares este verano y voy a necesitar esos recursos. Puedo guardarlos para después.

Sin embargo, el tiempo no es dinero; no puedo ir al banco de tiempo y decirles “¿podrían guardarme estas dos horas por favor? No las necesito hoy y no quiero perderlas frente a la televisión. Voy a volar a una junta de negocios el próximo jueves y tengo que regresar a tiempo para mi clase a las 6 de la noche en Houston. Se que no me van a alcanzar las horas, ¿podría mantenerlas en mi cuenta hasta entonces?”

Estoy seguro de que podrías tener una vida más gratificante si comprendieras que el tiempo no es dinero.

Para hacer que sea más fácil recordar esta información crucial, estoy inventando un nuevo despertador que te saludara todas las mañanas con: ¡Buenos días! Hemos depositado un nuevo día en su cuanta, tiene un saldo de 16 horas; no son transferibles, no son acumulables y todas caducan hoy, así que utilícelas sabiamente. Un depósito de otro día está programado para mañana pero aún no está confirmado, este podría ser su ultimo depósito.”

Cuando a las personas se les diagnostica con una enfermedad terminal, sienten una urgencia repentina porque a veces se les dice cuanto tiempo les queda: “tienes 5 meses”. El resto de nosotros somos inmortales, tenemos todo el tiempo del mundo, lo haremos más tarde.

“El tiempo es dinero” nos da un sentido de valor, “el tiempo no es dinero” nos da una sensación de urgencia.

No espere hasta después para decir “lo siento”, para decir “te extraño”, para decir “¿cómo te puedo ayudar?”, decir “gracias, esto significa mucho para mí.”

No solo tendrás una vida mas gratificante, sino que también vencerás al tiempo porque permanecerás siempre en los recuerdos que aquellos a los que afectaste con tu amor y compasión.

El tiempo no es dinero, úsalo sabiamente.

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